Personaliza tu piscina con distintos tipos de gresite
Mañana arranca oficialmente la summer season, esa época del año que con tanto anhelo esperamos la mayoría de los mortales, seguramente porque el verano es sinónimo de muchas cosas que a todos nos encantan: buen tiempo, vacaciones, descanso, sol… Y piscinas. Porque aunque las piscinas se disfrutan durante todo el año, es en este momento del año cuando adquieren más protagonismo.
Muchos aprovechan para revalorizar su vivienda y su comodidad y confort en ella instalando una piscina en el jardín o en la terraza. Y con la decisión tomada, surgen las dudas. ¿Qué dudas? ¡Todas! La instalación de piscinas requiere especialización y un estudio pormenorizado de un sinfín de aspectos, de ahí que sea recomendable poner la tarea en manos de expertos. En Ignasi Conillas – Arquitectura d’Exteriors albergamos años de experiencia en estos menesteres, con resultados así de espectaculares, y además contamos con un equipo especializado y con altos conocimientos técnicos (ingeniería, geotecnia, arquitectura…) capaz de llevar a cabo de forma efectiva, integral y con garantías cualquier proyecto de arquitectura exterior.
Aquí puedes conocer cuál es nuestro método de trabajo; te animamos a conocerlo. Mientras, aprovechamos la ocasión para hablaros del revestimiento de piscinas, de las muchas posibilidades que ofrece esta opción a la hora de personalizarlas a nuestro gusto y de las ventajas que supone utilizar materiales como el gresite.
¿Por qué suele apostarse por el gresite para el revestimiento de piscinas?
Empecemos por el principio: ¿qué es el gresite? Porque aunque para los que nos dedicamos a la arquitectura de exteriores y trabajamos a menudo con proyectos en los que se incluye la instalación de una piscina el término está claro, muy presente en nuestro día a día, a otros la palabra gresite puede no sonarles demasiado.
Se conoce al gresite como el azulejo pequeño utilizado para el revestimiento de paredes, generalmente de piscinas. Es muy similar al azulejo, aunque destaca por presentar un tamaño más pequeño; compuesto por pequeñas piezas de vidrio, suele presentarse de manera enmallada para facilitar su instalación. Nos referimos a lo que se conoce como teselas, unas planchas de gresite con las que pueden formarse distintos mosaicos y combinaciones permitiendo, así, una multitud de opciones decorativas.
Es uno de los materiales más utilizados en la construcción de piscinas, ya que tiene asociadas muchas ventajas que lo convierten en una opción ideal. Destaca por un lado su durabilidad y su alta resistencia tanto a la humedad como a las heladas o a los cambios de temperatura en general; también mantiene el tipo antes los agentes externos, resiste los productos químicos y supone un excelente aislante.
En cuanto a lo más recomendable, los especialistas suelen apostar por gresites antideslizantes y no porosos, sobre todo cuando se emplean para revestir una piscina. Se evitarán así resbalones y se cuidarán zonas de piel claramente expuestas cuando nos bañamos en una piscina. Otros aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir el mejor gresite son su resistencia al rayado (se mide mediante la escala MOHS) y al desgaste (se mide con la escala PEI).
¿Qué color de gresite o combinación de colores escoger?
Lo bueno que nos da el gresite es que ofrece un sinfín de posibilidades decorativas: distintos tamaños, distintos colores, distintas combinaciones, distintos acabados… El mercado ofrece actualmente un amplísimo abanico de opciones, por lo que el grado de personalización que puede lograrse es sinigual.
¿Y de qué color se verá el agua? Ésta es una de las preguntas que más solemos oír por parte de los clientes que acuden a Ignasi Conillas – Arquitectura d’Exteriors a la hora de rediseñar su jardín o terraza incluyéndose en sus proyectos una piscina. Cabe comenzar por desmentir uno de los mitos más extendidos: el agua no se ve azul porque se refleje el cielo y actúe de espejo, se trata más bien de otro fenómeno, lo que se conoce como el efecto de dispersión de Rayleigh.
Las longitudes de luz de onda larga, asociadas al rojo, naranja y amarillo, se absorben por el agua con más facilidad que las de onda corta, que corresponden al azul o al violeta. Es por ello que cuando estas longitudes cortas no se absorben rebotan y por eso las captamos con nuestra vista; el efecto aumenta con la cantidad de agua, de ahí que cuando tenemos agua a poca profundidad no se note tanto y la veamos tal y como es, transparente.
Una vez aclarado este tema, retomemos: ¿de qué color se verá el agua de la piscina? Pues puede variar muchísimo atendiendo a la tonalidad y a los acabados del gresite que escojamos.
Grises, beiges, blancos, ocres y arenas, tierras y amarronados, oscuros y negros… Las posibilidades son muchísimas e incluso podemos multiplicarlas al combinarlas, creándose si se desean bonitos degradados o imprimiendo en la piscina diseños personalizados (mosaicos, escudos…).
En nuestro estudio diseñamos tu proyecto atendiendo a tus necesidades, gustos y a las características de tu terreno y trabajamos para hacer realidad la piscina o el jardín/terraza que siempre has deseado. Consúltanos sin compromiso, estaremos encantados de asesorarte.
