3 tipos de tarimas de exterior: tarima tecnológica, tarima de bambú y tarima de madera
Para que nuestro jardín o terraza constituya de verdad un auténtico oasis de tranquilidad y confort hemos de cuidar cada detalle. En eso estamos todos de acuerdo. Y a sabiendas de que es de suma importancia que todo esté a gusto de aquellos quienes van a utilizar un espacio, en Ignasi Conillas – Arquitectura d’Exteriors lo primero que hacemos antes de abordar un proyecto es atender cuidadosamente a las necesidades del cliente, escuchando lo que quiere y lo que busca. Sólo así podemos garantizar el ofrecer el altísimo grado de personalización que tanto nos caracteriza, ese rasgo que hace que cada proyecto sea único y especial.
Y aunque en todos los proyectos de reforma o de diseño de jardín o terraza acostumbran a surgir muchas dudas y de muchos tipos, algunas de las más frecuentes guardan una relación directa con el suelo del espacio a mejorar. ¿Hay que cambiar el pavimento? ¿Cuál es la opción más adecuada? ¿Cuál resiste mejor al desgaste, al uso, a la humedad? ¿Es adecuado optar por tarimas de madera? ¿Y si lo combinamos con césped?
Lo dicho: mil dudas nos asaltan cuando se trata de decidir qué suelo tendrá nuestra terraza. Y aunque existen un sinfín de opciones hoy nuestro foco está puesto en las tarimas, un elemento al servicio de la arquitectura de exteriores que ha convertido en los últimos años en todo un protagonista; cada vez son más personas las que deciden apostar por este tipo de suelos. Pero claro, aquí no cesan las dudas, si no que surgen más: ¿de madera? ¿de bambú? ¿tecnológica?
En estos tres tipos de tarimas nos vamos a centrar hoy para que podamos decidir de manera más fácil qué tarimado nos va ayudar a disfrutar más de nuestro jardín o terraza.
Tarima tecnológica para exterior
También se la conoce como tarima sintética y surge como alternativa a la tarima de madera natural. Muy indicada para uso en espacios exteriores, la tarima tecnológica se ha ganado el título de revolucionaria en los últimos tiempos por haber conseguido resultar una tarima mucho más fácil de mantener que la madera natural, a la que estéticamente se parece muchísimo.
Si buscamos una resistencia a la intemperie alta y una vida útil muy larga, ésta es la opción más adecuada, ya que las tarimas composite brindan estabilidad técnica, resistencia a los impactos fuertes y también a los rayos UV. Resulta, además, un recubrimiento muy sencillo de instalar y mantener, incluso si estamos pensando en colocarlo en los bordes de piscina (no se pudre).
Tarima de bambú para exterior
Si buscamos una opción sostenible, ésta es sin duda la que se lleva la palma. Las tarimas de bambú para exterior han ganado fama en los últimos años, precisamente, por este hecho, el hecho de que son sostenibles y de bajo mantenimiento. Están hechas a partir de cañas de bambú gigante termotratadas procedentes de China, una especie invasora de rápido crecimiento y regeneración cada 6 años. Es una tarima fácil de mantener y cuya dureza y resistencia al desgaste y ante los elementos ha mejorado muchísimo en los últimos años gracias a los innovadores tratamientos.
Tarima de madera natural para exterior
Aunque se busca la alternativa a la tarima de madera natural con las vistas puestas en dar con un suelo más fácil de mantener, hay que reconocer que los resultados estéticos que ofrece este tipo de tarima son espectaculares. Se adapta a cualquier tipo de arquitectura y aporta calidad y elegancia a cualquier jardín y terraza.
Suelen estar fabricadas con maderas de Ipe, Lapacho, Cumaru, Pino o Teka, entre otras, y pueden instalarse por medio de distintos sistemas de fijación para garantizar el mejor resultado final, si bien el sistema de fijación oculta es uno de los más recomendados.
La tarima de madera permite la posibilidad de fabricar piezas especiales para que la tarima se adapte al borde de la piscina, a la fachada, al mobiliario, etc. Nosotros sólo trabajamos con maderas aptas para el uso exterior con un índice de interacción con los cambios climáticos muy bajo; los movimientos de contracción y expansión son absorbidos por los clips (sistema de fijación oculta) y por la sujeción extra proporcionada por la fabricación de testas machihembradas.
