La pérgola es un elemento arquitectónico que, en jardines y terrazas, no solo confieren al espacio un plus a nivel estético, también pueden ofrecer un sinfín de ventajas relacionadas con la funcionalidad.

Muy versátiles a la hora de crear zonas de sombra en espacios exteriores, reducen el impacto de la radiación solar, y por ende la temperatura del interior, lo que las hace ideales para el verano. Resultan, de hecho, muy útiles durante cualquier época del año, protegiéndonos de lluvia, frío y viento y ayudándonos a aumentar la vida útil del mobiliario de exterior.

Dependiendo del uso que se le quiera dar al espacio protegido por la pérgola, podemos elegir entre diferentes opciones de techos: techo de lamas orientables, pérgolas bioclimáticas, pérgolas de aluminio con techos plegables o enrollables con tejidos técnicos. Destacando también la pérgola retráctil. O bien, techos decorativos fabricados con trenzados o con materiales naturales para generar un espacio acogedor dentro del jardín. La tendencia de las estructuras de aluminio responde a un bajo mantenimiento y la posibilidad de personalizar su color y dimensiones.